Recientemente, un caso de fraude telefónico en Malasia ha suscitado una amplia atención. Una estudiante universitaria de Shandong, de apenas 20 años, llamada Xiaowen (nombre ficticio), fue víctima de un fraude meticulosamente planificado apenas cinco días después de llegar a Malasia. Los estafadores se hicieron pasar por la policía de Shanghái, afirmando que Xiaowen estaba implicada en un caso de fraude telefónico y le exigieron que pagara una enorme "cuota de auto-prueba".
A pesar de que la madre de Xiaowen le había advertido que podría haber caído en una estafa, los estafadores, a través de
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